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Cómo hacer nuevos amigos y conservar amistades en la edad adulta

Marzo 06, 2023

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¿Qué vas a aprender con esta nota?

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  • Consejos para crear y conservar amistades en la edad adulta

Hacer nuevos amigos o conservar amistades en la edad adulta suele ser más complicado que en la infancia o la juventud, etapas en las que las personas se encuentran rodeadas de otros con edades e intereses afines, con las que conviven bastante más tiempo (en la escuela, por ejemplo) y con las que, por ende,resulta mucho más fácil conectar y forjar relaciones basadas en experiencias compartidas.

 

Al respecto, los investigadores han pasado mucho tiempo estudiando arte de hacer amigos, y la ciencia ha arrojado algunos resultados interesantes sobre lo que resulta más importante cuando se trata de crear vínculos duraderos, de donde se desprenden los siguientes consejos para crear nuevas amistades y mantener las que ya tienes durante la adultez.

 

1. Las amistades no se dan sólo por suerte

Es cierto que puede haber excepciones y casualidades que lleven a las personas a encontrarse fortuitamente para forjar amistades duraderas. Sin embargo, en la mayoría de los casos, las amistades verdaderas son más que un golpe de suerte y consisten más en el esfuerzo de ambas partes para iniciar, fortalecer y conservar la relación

 

Entonces, si quieres hacer más amigos o conservar los que ya tienes, tendrás que estar activo para tomar la iniciativa en cultivar esas relaciones, lo cual puede significar que invites a ese compañero de trabajo genial a tomar un café, que te unas a un club deportivo, que comiences a participar en un grupo comunitario, te inscribas en un curso o simplemente llames a ese viejo amigo con el que no has hablado en mucho tiempo y con quien te gustaría volver a conectar.

 

2. Mantente presente

Más allá del significado obvio de este punto, en el que las amistades se cultivan y forjan a través de la presencia y la convivencia, el hecho de mantenerte presente también se refiere a ser constante en tu participación en aquellos grupos o lugares donde te gustaría hacer amigos.

 

No importa si en un inicio eres muy tímido o reservado como para empezar a hacer plática con personas que recién conoces. Aunque los primeros días no logres hablar con nadie, no dejes de ir a ese club, grupo o clase, pues al mantenerte presente, tarde o temprano, alguien tomará la iniciativa de hablarte, si es que no te animas a hacerlo tú primero.

 

Esto se debe al llamado efecto de exposición. Para comprenderlo mejor, tomaremos como referencia un experimento que se realizó en 1990, cuando cuatro personas se infiltraron en secreto en una clase en la Universidad de Pittsburgh. Uno se presentó a 15 sesiones, otro a 10, otro a cinco y el último no asistió a ninguna clase. En todos los casos, ninguno de los participantes del estudio interactuó con los estudiantes reales. Más tarde, se les preguntó a los estudiantes cuál de estas personas le parecía más agradable, y el que  se presentó a la mayor cantidad de clases fue el que obtuvo más menciones.

 

Esto significa que, por el simple hecho de estar expuesto a otras personas de forma continua, le llegas a agradar a esas personas, o al menos a algunas de ellas. Esto se debe a que la familiaridad aumenta la simpatía. Entonces, si deseas fomentar una amistad, mantente presente, porque cuanto más alguien te vea e interactúe contigo, es más probable que le agrades con el tiempo.

 

3. Muéstrate como eres y ten seguridad en ti

Aunque hay personas que tienen más facilidad para hacer amigos u otras que suelen resultar simpáticas para la mayoría de las personas, en realidad todos tenemos el potencial de hacer amigos, en especial cuando conectamos con las personas adecuadas.

 

Ser agradable es algo que puedes lograr cuando te muestras con seguridad y confianza ante los demás, sin preocuparte por la percepción que tendrán de ti, sino simplemente mostrando tu esencia. 

 

Es obvio que no vas a agradarle a todo el mundo, pero si te muestras como realmente eres e interactúas bajo la confianza en ti, lograrás atraer a las personas que mejor conectan contigo y con tu esencia, y eso es una base primordial para las amistades verdaderas. 

 

4. El rechazo no es el fin del mundo

Todos tenemos cierto miedo al rechazo, pero al final éste es parte de la vida y, como ya se dijo, nadie puede agradarle a todo el mundo. Entonces, es una posiblidad que esa persona que te gustaría tener como amiga termine por rechazar tu amistad, alejándose o poniendo barreras. 

 

Si eso pasa, no te lo tomes personal, sino que simplemente piensa que esa persona y tú no lograron conectar por alguna razón, y está bien; al final siempre habrá alguien más que sí quiera ser tu amigo, así que deja que fluya y no te enganches. 

 

Una forma de ayudar a que tus amigos potenciales se sientan más seguros para acercarse a ti, y así mitigar su posible miedo al rechazo, es mostrarte empático, amable, sonreírles y poner atención a lo que te digan cuando se dé una conversación, pero lo más importante es que seas honesto, transparente y te muestres abierto. 

 

Forjar nuevas amistades requiere una buena dosis de reciprocidad. Así que, por todo lo que esperas obtener de tu nueva amistad, recuerda que la otra persona también busca esos sentimientos de vuelta. Por lo tanto, es importante que estés dispuesto a dar generosamente desde el principio, así como a recibir con gratitud.

 

Foto de krakenimages en Unsplash


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